martes, 25 de mayo de 2010

27 – Sueño azul

Idas y vueltas hacia el mismo lugar: el Paseo del Bicentenario. Durante varios días, el único punto de encuentro posible en la ciudad de Buenos Aires parecía ser el que tuviera alguna proximidad con la Avenida 9 de Julio. Y cuando un grupo se retiraba de allí y partíamos hacia los barrios más alejados, uno regresaba al lugar (o me hacían regresar nuevos pasajeros) para continuar con la celebración en un clima festivo y de unidad. Quizás deberíamos cuidar este espíritu de movilización popular y algarabía, sin necesidad de esperar próximos festejos del calendario. Tal vez –me gustaría creerlo así– existan muy cerca de nosotros las señales propicias para la convivencia democrática y la tolerancia. Doscientos años atravesados por distintas formas de violencia, deberían convocarnos a la reflexión, a la sensatez y a la armonía, para cambiar favorablemente el curso de la historia que vendrá.
Que así sea…

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