
miércoles, 20 de mayo de 2009
martes, 19 de mayo de 2009
23 – Responso
Dejé a un pasajero, por Bartolomé Mitre, en la estación de trenes de Once. En la esquina doblé hacia la izquierda y la infancia se me vino encima. Con todo el “debate” generado por los carrilles y algunas modificaciones en el sentido de las calles, no había reparado que cuando yo era chico, la Avenida Pueyrredón también era doble mano. Igual que ahora.
Inmediatamente recordé que –de pequeño– yo debía viajar varias veces por semana hasta Palermo, y entonces tomaba el 132 hasta Once, y luego el 64 o el 68. Y cuando hoy doblé por Pueyrredón, fue como entrar en el túnel del tiempo porque vino a mi memoria un día como hoy, pero hace exactamente 34 años.
Era el cumpleaños de mi madre y mientras yo seguía con la rutina de ir hacia Palermo, esperaba regresar pronto a mi casa para festejar su día con ella. Pero cuando el 132 dobló por Pueyrredón y me bajé exactamente a mitad de cuadra, en la puerta de Banchero, noté que varias personas lloraban por la calle. Al principio no entendía lo que pasaba (para mí era un día de fiesta), aunque a los pocos minutos me topé con la portada de los vespertinos que anunciaban la muerte de Aníbal Troilo. Me subí al 64 como un autómata. Estaba aturdido, angustiado; no podía ser verdad. Pichuco, el que cerraba los ojos para regalarte el alma mientras acariciaba el fuelle, ya no se iba a despertar de ese sueño musical que derramaba entre la gente.
Yo sólo era un pibe que paladeaba tangos y que esperaba regresar pronto para abrazar a mi mamá. Y ese día, no pude evitar sumarme con un par de lágrimas al silencioso coro popular.
Hoy volví a quebrarme al recordar en un giro que no transitaba desde hacía mucho tiempo, aquella tarde con las emociones a flor de piel...
Inmediatamente recordé que –de pequeño– yo debía viajar varias veces por semana hasta Palermo, y entonces tomaba el 132 hasta Once, y luego el 64 o el 68. Y cuando hoy doblé por Pueyrredón, fue como entrar en el túnel del tiempo porque vino a mi memoria un día como hoy, pero hace exactamente 34 años.
Era el cumpleaños de mi madre y mientras yo seguía con la rutina de ir hacia Palermo, esperaba regresar pronto a mi casa para festejar su día con ella. Pero cuando el 132 dobló por Pueyrredón y me bajé exactamente a mitad de cuadra, en la puerta de Banchero, noté que varias personas lloraban por la calle. Al principio no entendía lo que pasaba (para mí era un día de fiesta), aunque a los pocos minutos me topé con la portada de los vespertinos que anunciaban la muerte de Aníbal Troilo. Me subí al 64 como un autómata. Estaba aturdido, angustiado; no podía ser verdad. Pichuco, el que cerraba los ojos para regalarte el alma mientras acariciaba el fuelle, ya no se iba a despertar de ese sueño musical que derramaba entre la gente.
Yo sólo era un pibe que paladeaba tangos y que esperaba regresar pronto para abrazar a mi mamá. Y ese día, no pude evitar sumarme con un par de lágrimas al silencioso coro popular.
Hoy volví a quebrarme al recordar en un giro que no transitaba desde hacía mucho tiempo, aquella tarde con las emociones a flor de piel...
domingo, 10 de mayo de 2009
22 – Besos brujos
sábado, 9 de mayo de 2009
21 – Cómo se pianta la vida
El libro Bajemos un cambio presenta 40 obras de 20 dibujantes y humoristas gráficos, para alertar acerca de la inseguridad vial. Se distribuirá gratuitamente en establecimientos educativos para crear conciencia sobre el tema, pero con humor.
Entre los autores, podemos citar a: Sábat, Caloi, Sendra, Crist, Garaycochea, Rep, Maicas, Langer, Tabaré y Daniel Paz.

jueves, 7 de mayo de 2009
20 – Mano a mano
Santiago Gori maneja un taxi en la ciudad de La Plata, y el 22 de abril un pasajero se “olvidó” en su auto una mochila con 130.000 pesos. Santiago le devolvió el dinero a su dueño, pero el gesto no pasó inadvertido.
Los creativos publicitarios Nicolás Diaco y Ezequiel De Luca, crearon una página (www.devolvelelaguitaaltaxista.com) para que todos puedan hacer donaciones en dinero, objetos, servicios, productos, palabras de aliento o abrazos, y recompensar así la honradez de nuestro colega.
Los obsequios son diversos: entradas para el teatro, reparación de electrodomésticos, pastel de papas, una bufanda tejida a mano, y hasta clases de snowboard en Bariloche.
La página recibe –hasta ahora– 1.000 visitas por día.
Los creativos publicitarios Nicolás Diaco y Ezequiel De Luca, crearon una página (www.devolvelelaguitaaltaxista.com) para que todos puedan hacer donaciones en dinero, objetos, servicios, productos, palabras de aliento o abrazos, y recompensar así la honradez de nuestro colega.
Los obsequios son diversos: entradas para el teatro, reparación de electrodomésticos, pastel de papas, una bufanda tejida a mano, y hasta clases de snowboard en Bariloche.
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